Podemos inventar muchas cosas, hacer creaciones fantásticas, útiles e incluso preciosas, ¡claro que sí!, aunque también lo contrario…Pero detenernos simplemente a contemplar una pequeña flor, no pisotearla en nuestro caminar sino disfrutarla, o levantar la vista para observarla si pende de un árbol….Sólo ella, tú y ese instante, ya merecen la pena…
Es naturaleza…
Cada persona es también una flor. Y como entre ellas, hay personas más y menos bonitas por fuera y por dentro, más grandes y más pequeñas, más vistosas y más sencillas, de muchos colores o sin tono alguno, las abundantes y las raras, las que se muestran tal como son o las que se disfrazan para tender trampas, las medicinales y las venenosas…
Es naturaleza…
Ojalá siempre el corazón y la razón nos ayuden a distinguir bien a esas personas para quedarnos sólo con las que valgan la pena. Y, a las demás, dejarlas, simplemente, a la vera del camino.
Eso es inteligencia.
¿Qué tipo de flor eres tú?