 Vilamor es otro pueblo del Caurel donde estoy como en mi hogar. Es un excelente punto de partida para la visita de la comarca y existen varias casas rurales de la misma familia que son perfectas para hacer noche, mañana, tarde… días enteros si se puede. El precio es asequible, la comida excelente y más que abundante, pero, sobre todo, lo que las hace más especiales, son sus dueños.
Vilamor es otro pueblo del Caurel donde estoy como en mi hogar. Es un excelente punto de partida para la visita de la comarca y existen varias casas rurales de la misma familia que son perfectas para hacer noche, mañana, tarde… días enteros si se puede. El precio es asequible, la comida excelente y más que abundante, pero, sobre todo, lo que las hace más especiales, son sus dueños.
El pueblo es una buena muestra de la arquitectura caurelana con casas de piedra y pizarra, algunas apoyadas en columnas redondas muy robustas, recorrido por callejuelas estrechas para evitar las inclemencias del clima de montaña. Muchas casas, almacenes y sequeiros de castañas se encuentran en ruinas pero también hay edificaciones en fase de restauración que hacen pensar en un futuro para el lugar.
He estado allí muchas veces y cada vez es mejor si cabe. Os recomiendo la visita.


